jueves, 29 de noviembre de 2012

El Grupo Local


Se denomina Grupo Local al grupo de galaxias en el que se encuentra la nuestra, la Vía Láctea.
Está dominado por dos galaxias espirales gigantes, Andrómeda y la Vía Láctea. El resto de galaxias, unas 30, son más pequeñas; muchas de ellas son galaxias satélite de una de las mayores.
Las galaxias libres giran en torno al centro de masas del grupo, situado entre Andrómeda y la Vía Láctea. Además, nuestro Grupo Local está contenido dentro del supercúmulo de Virgo, cuyo centro gravitatorio es el denominado Gran Atractor, hacia el cual se dirige el Grupo Local.
Dentro del Grupo Local, se conocen tres sistemas dominados por galaxias masivas actuando como centros de gravedad, y varias galaxias actuando como satélites:

*Sistema de Andrómeda (M31): M32, M110, NGC 147, NGC 185, Andrómeda I, Andrómeda II, Andrómeda III, Andrómeda IV, Andrómeda V, Andrómeda VI y Andrómeda VII.

*Sistema de la Vía Láctea: Enana de Sagitario, Enana del Can Mayor, Gran Nube de Magallanes, Pequeña Nube de Magallanes, Enana de la Osa Menor, Enana de Draco, Enana de Carina, Enana de Sextans, Enana de Sculptor, Enana de Fornax, Leo I, Leo II y Enana de Tucana.

*Sistema del Triángulo (M33): Enana de Piscis (LGS 3)


Mapa 3D del Grupo Local




Representación del Grupo Local:



Componentes de la Vía Láctea


Halo
El halo es una estructura esferoidal que envuelve la galaxia. En el halo la concentración de estrellas es muy baja y apenas tiene nubes de gas, por lo que carece de regiones con formación estelar. En cambio, es en el halo donde se encuentran la mayor parte de los cúmulos globulares. Estas formaciones antiguas son reliquias de la formación galáctica. Estas agrupaciones de estrellas se debieron de formar cuando la galaxia era aún una gran nube de gas que colapsaba y se iba aplanando cada vez más. Otra característica del halo es la presencia de gran cantidad de materia oscura. Su existencia se dedujo a partir de anomalías en la rotación galáctica. Los objetos contenidos en el halo rotan con una componente perpendicular al plano muy fuerte, cruzando en muchos casos el disco galáctico. De hecho, es posible encontrar estrellas u otros cuerpos del halo en el disco. Su procedencia se delata cuando se analiza su velocidad y trayectoria, así como su metalicidad. Y es que los cuerpos del halo presentan una componente perpendicular al plano muy acusada, además del hecho de que se trata de cuerpos que se formaron antes que los del disco. Sus órbitas los llevan, pues, a cruzar periódicamente el disco. También es muy probable que una estrella de población II (pobre en metales) pertenezca al halo, pues éstas son más antiguas que las de población I (ricas en metales) y el halo, como ya se ha dicho, es una estructura antigua.
La masa en estrellas de éste componente es muy baja, de alrededor de 1.000 millones de masas solares; una gran parte de la masa del halo galáctico está en la forma de materia oscura.


Disco
El disco se compone principalmente de estrellas jóvenes de población I. Es la parte de la galaxia que más gas contiene y es en él donde aún se dan procesos de formación estelar. Lo más característico del disco son los brazos espirales, que son ocho: dos brazos principales Escudo-Centauro y Perseo, así como dos secundarios -Sagitario y Escuadra- (en vez de cuatro brazos similares entre sí, como se pensaba antes).
Recientemente, un grupo de astrónomos anunció el descubrimiento de un nuevo brazo espiral en nuestra galaxia o, más precisamente, un enorme fragmento hasta ahora desconocido; se cree que el nuevo brazo espiral es, en realidad, el tramo final y más distante del brazo de Escudo-Centauro, una de las dos ramas principales. De confirmarse, los autores habrán demostrado que la Vía Láctea posee una sorprendente simetría en sus formas, ya que éste nuevo brazo sería la contraparte simétrica del de Perseo. Hay que tener en cuenta que nuestra posición en la Vía Láctea -a mitad de camino entre su centro y su borde y prácticamente en el plano galáctico- dificulta en gran medida el estudio de la estructura espiral de nuestra galaxia.
Nuestro Sistema Solar se encuentra en el brazo Orión o Local, que forma parte del brazo espiral de Sagitario, de allí su nombre de "Local". Estas formaciones son regiones densas donde se compacta el gas y se da la formación de estrellas. Los brazos son, en realidad, ondas de densidad que se desplazan independientemente de las estrellas contenidas en la galaxia. El brillo de los brazos es mayor que el resto de las zonas, porque es allí donde se encuentran los gigantes azules (estrellas de tipo O, B), que son las únicas que pueden ionizar grandes extensiones de gas. Estas estrellas de corta vida nacen y mueren en el brazo espiral, convirtiéndose así en excelentes marcadores de su posición. Otros trazadores de los brazos espirales son las regiones HII (nubes de hidrógeno ionizado), originadas precisamente por esos gigantes azules. Estas nubes vuelven a emitir, en el rango de la luz visible, la energía captada en el ultravioleta o en otras frecuencias más cortas. Son altamente energéticas, pues han sido ionizadas por las potentes gigantes azules, que barren extensas áreas con sus vientos estelares.
Las estrellas de vida más larga como el Sol ya no sirven como marcadores, ya que tienen tiempo a lo largo de su vida de entrar y salir repetidas veces en los diferentes brazos espirales de la galaxia. Estas estrellas podrán encontrarse también fuera de los brazos.
Así como la galaxia se compone de dos partes según su grosor, halo y disco, el disco también: disco delgado y disco grueso. Se cree que el disco grueso es el remanente de un segundo proceso de colapso y aplanamiento de la galaxia. Del mismo modo que el halo es el remanente del colapso inicial, el disco grueso lo sería de una segunda fase de colapso.
El disco está unido al bulbo galáctico por una barra de radio 3,9 kiloparsecs, en cuyo interior a su vez puede existir una barra menor (algo que ocurre en bastantes otras galaxias espirales barradas). Hay además elevada formación estelar en al menos uno de sus extremos.



Bulbo
El bulbo o núcleo galáctico se sitúa en el centro. Es la zona de la galaxia con mayor densidad de estrellas. Sin embargo, a nivel local se pueden encontrar algunos cúmulos globulares con densidades superiores. El bulbo tiene una forma esferoidal achatada y gira como un sólido rígido. También al parecer, en nuestro centro galáctico, hay un gran agujero negro de unas 2,6 millones de masas solares que los astrónomos denominaron Sagittarius A, o Sagitario A*. Su detección fue posible a partir de la observación de un grupo de estrellas que giraban en torno a un punto oscuro a más de 1.500 km/s.
Investigaciones muy recientes sugieren que nuestra galaxia carece de un bulbo central cómo el que tiene la Galaxia de Andrómeda (o si existe es muy pequeño), formado a partir de la colisión y fusión de galaxias preexistentes, y en su lugar tiene un pseudobulbo, consecuencia de la formación de una barra en su centro, lo que la hace similar a NGC 4565.
La masa concentrada en estrellas de éste componente se estima en 20.000 millones de masas solares, y su luminosidad en 5.000 millones de veces la del Sol.

Las estrellas de la Vía Láctea

Cuando por la noche miramos al cielo, tenemos la impresión de que observamos un montón de estrellas. A simple vista podemos ver unas 2500 estrellas en cualquier punto de la Tierra y el total de estrellas visibles puede oscilar entre 5800 a 8000, pero esto es tan solo una diminuta fracción de las estrellas existentes en la Vía Láctea. Los astrónomos estiman que debe haber del orden de 200 a 400 mil millones de ellas, sólo en la Vía Láctea. Entonces, ¿porqué solo vemos tan pocas estrellas? 

Nuestro Sistema Solar se encuentra en el disco de la Vía Láctea a unos 30.000 años luz del centro de la misma, la cual es una galaxia espiral barrada de unos 100.000 años luz de diámetro, esto quiere decir que existe mucha distancia y una gran cantidad de estrellas entre nosotros y el otro extremo de la galaxia. Cuando observamos todas estas estrellas, incluso las más cercanas que son relativamente brillantes pueden quedar eclipsadas por las más brillantes existentes detrás de ellas. Si pretendes tratar de contarlas, échale un vistazo a éste mosaico realizado por la NASA. 





Las estrellas más lejanas que se pueden observar a simple vista, salvo un par de excepciones, se encuentran a 1.000 años luz de distancia. Existen bastantes estrellas brillantes en la Vía Láctea, pero las nubes de polvo y gas, especialmente el que se encuentra en el centro galáctico, bloquean el paso de la luz visible. Por lo tanto, tan solo podemos ver realmente las que se encuentran en nuestras cercanías, y las existentes en el otro lado de nuestra galaxia se encuentran ocultas a nuestra vista.

Historia del descubrimiento de la Vía Láctea

Un poco de historia...


La Vía Láctea, también llamada Camino de Santiago, puede observarse a simple vista como una banda de luz que recorre el firmamento nocturno, que Demócrito ya atribuyó a un conjunto de estrellas innumerables tan cercanas entre sí que resultan indistinguibles. En 1610 Galileo, usando por primera vez el telescopio, confirmó la observación de Demócrito. Hacia 1773 Herschel, contando las estrellas que observaba en el firmamento, construyó una imagen de la Via Láctea como un disco estelar dentro del cual la Tierra se encuentra inmersa, pero no pudo calcular su tamaño. En 1912 la astrónoma H. Leavitt descubrió la relación entre el periodo y la luminosidad de las estrellas llamadas variables cefeidas, lo que le permitió medir las distancias de los cúmulos globulares.

Varios años después Shapley demostró que los cúmulos están distribuidos con estructura más o menos esférica alrededor del centro del disco, en lo que denominó el halo galáctico. También mostró que éste no está centrado en el Sol, sino en un punto distante del disco en la dirección de la constelación de Sagitario, donde situó correctamente el centro de la galaxia.

Esta estructura quedó confirmada cuando se observó desde el observatorio de Monte Wilson en California que el objeto espiral llamado Andrómeda estaba constituido por estrellas individuales y no era una mera nebulosa de gas como hasta entonces se creía. Hacia 1930 Trumpler descubrió el efecto de oscurecimiento galáctico producido por el polvo interestelar, con lo que se logró corregir tanto el tamaño de la Galaxia como la distancia a la que se encuentra el Sol a los valores hoy en día aceptados. De acuerdo con estos datos, el sistema Solar se encuentra a una distancia entre 8.000 y 10.000 parsecs de distancia del centro galáctico, aproximadamente a dos tercios de distancia.



Nuevos hallazgos sobre la Vía Láctea


Por un lado, un equipo de astrónomos de la Universidad de Cambridge descubrieron recientemente dos corrientes de estrellas en el hemisferio sur galáctico que fueron arrancadas de la galaxia enana de Sagitario. Por otro lado, un gran brazo espiral, salpicado de densas concentraciones de gas molecular, fue descubierto por dos astrónomos de Harvard.


Imagen relacionada Científicos de dos universidades revelaron importantes hallazgos sobre la Vía Láctea.¿Cuáles son las probabilidades que esta galaxia pueda albergar un planeta como la Tierra capaz de desarrollar forma avanzada de vida?

Por un lado, la Vía Láctea tiene un disco con brazos barridos de estrellas, gas y polvo que se curva alrededor de la galaxia como los brazos de un molino de viento enorme. El Sol, la Tierra y el sistema solar se encuentran en un espolón de material que se encuentra entre dos de los brazos espirales.

Con un pequeño telescopio de 1,2 metros de radio en el techo de su edificio de ciencia en Cambridge, los astrónomos de CfA, Tom Dame y Tadeo Pat, utilizan las emisiones de monóxido de carbono en la búsqueda de evidencia de brazos espirales en las partes más distantes de la galaxia. Así descubrieron un gran brazo espiral salpicado de densas concentraciones de gas molecular.

Con respecto a la pregunta que abrió este artículo, Virginia Trimble, de la Universidad de California, cree que es muy probable que la mayoría de las estrellas que son lo suficientemente ricas en metales pueden albergar planetas habitables terrestres (como la Tierra) y a más de cinco mil millones de años existen considerablemente más cerca del centro de la Vía Láctea de lo que estamos.

El resultado es que un planeta terrestre de 6 mil millones años de edad tiene un potencial de 1,5 mil millones años de ventaja inicial en cuanto a la tecnología para producir algo bastante impresionante como nueva generación de iPod.

Milan Cirkovic, del Observatorio Astronómico de Belgrado, señala que la edad media de los planetas terrestres en la Vía Láctea es de aproximadamente 1,8 gigayears (mil millones de años) mayor que la edad de la Tierra y el Sistema Solar, lo que significa que la edad media de las civilizaciones tecnológicas podrían ser mayores que la edad de la civilización humana en la misma cantidad.

> Más sobre la Vía Láctea

Un equipo de astrónomos liderado por Sergey Koposov y Vasily Belokurov, de la Universidad de Cambridge, descubrieron recientemente dos corrientes de estrellas en el hemisferio sur galáctico que fueron arrancadas de la galaxia enana de Sagitario. 

Ésta solía ser una de las más brillantes de los satélites de la Vía Láctea. Sus restos ahora se encuentran interrumpidos en el otro lado de la galaxia. Es tan pequeña que  ha perdido la mitad de sus estrellas y todo su gas en los últimos millones de años.

Los científicos analizaron mapas de densidad de más de 13 millones de estrellas en la última versión del Sloan Digital Sky y sus datos de la encuesta, incluyendo la cobertura crucial del cielo Galáctico Sur. Los nuevos datos muestran que la corriente de Sagitario en el Sur también se dividió en dos, una corriente más gorda y más brillante junto a un arroyo más delgado y más débil. 

No se conoce el mecanismo que causó la separación de las colas de marea. Sin embargo, los científicos creen que tal vez la galaxia enana de Sagitario fue una vez parte de un sistema galáctico binario, similar a la actual Nube de Magallanes Grande y Pequeña. Cada uno de estos podría haber producido una cola de ataque y salida al caer en la Vía Láctea, produciendo cuatro en total.

Nuestra galaxia y la Tierra

Nuestra galaxia...


La Vía Láctea es la proyección, sobre la esfera celeste, de uno de los brazos espirales de la galaxia de la cual nosotros formamos parte, que toma, por extensión, el mismo nombre.
En la noche se ve como una borrosa banda de luz blanca alrededor de toda la esfera celeste. El fenómeno visual de la Vía Láctea se debe a estrellas y otros materiales que se hallan sobre el plano de la galaxia, como el gas interestelar. La Vía Láctea aparece más brillante en la dirección de la constelación de Sagitario, hacia el centro de la galaxia.






Video interesante: la Vía Láctea desde el planeta Tierra







Confirmado: la Vía Láctea chocará con Andrómeda


Un grupo de investigadores de la NASA acaba de calcular cómo se producirá exactamente la titánica colisión entre la Vía Láctea, nuestra galaxia, y su vecina más cercana, Andrómeda. El acontecimiento, que tendrá lugar dentro de 4.000 millones de años, cambiará para siempre el aspecto del cielo y, de paso, la historia de nuestro Sol y su sistema de planetas. Estas conclusiones se publicarán en tres estudios diferentes en Astrophysical Journal.
Hace mucho tiempo que los astrónomos saben que la Vía Láctea y su vecina Andrómeda se atraen mutuamente, y que se están acercando la una a la otra en una especie de «danza cósmica» que se alimenta de la fuerza de gravedad combinada de los dos gigantes. Sin embargo, hasta el momento nadie ha podido asegurar con certeza si las dos galaxias acabarían chocando en el futuro o si, por el contrario, solo se «rozarían» deslizándose muy cerca la una de la otra.
Ahora, y gracias a datos muy precisos sobre el movimiento de Andrómeda obtenidos con el telescopio espacial Hubble, la hipótesis de la colisión se convierte en realidad. Las dos galaxias están en ruta directa de colisión y su choque es, por lo tanto, inevitable. El evento, durante el que la Vía Láctea y Andrómeda se fusionarán, dando lugar a una nueva y gigantesca galaxia elíptica, se producirá dentro de 4.000 millones de años.
«Nuestros datos -explica Roeland van der Marel, del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial, en Baltimore- son estadísticamente consistentes con una colisión frontal entre Andrómeda y la Vía Láctea».
Pero pensemos por un momento en lo que significa, en un contexto galáctico, la expresión «colisión frontal». La Vía Láctea, nuestro hogar en el Universo, tiene un diámetro de unos 100.000 años luz (más o menos un trillón de km.) y contiene entre 200.000 y 400.000 millones de estrellas. Nuestro Sol es sólo una de ellas. Andrómeda, por su parte, es aún mayor, probablemente el doble (aunque la medida exacta es difícil de calcular) y contiene, según datos recientes del telescopio Spitzer, cerca de un billón de estrellas. Es decir, dos veces más que nuestra propia galaxia.
Andrómeda y la Vía Láctea son, de hecho, los dos miembros más grandes de los treinta que conforman el grupo local de galaxias. Cuando se encuentren, ambas se fusionarán, miles de estrellas saldrán despedidas en todas direcciones, como si se tratara de un inmenso avispero que tardará, por lo menos, otro par de miles de millones de años en calmarse. Sorprendentemente, es posible que el Sol y la Tierra (si es que para entonces aún existe) sobrevivan y se libren con una simple «patada gravitatoria» que les colocará, eso sí, en una posición que nada tiene que ver con la que ocupan hoy en día.

Europa prepara mapa en 3D de la Vía Láctea

Noticia extraída de la página web www.elcolombiano.com
10 de Noviembre de 2012.

Europa prepara mapa en 3D de la Vía Láctea


La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzará al espacio en 2013 la misión Gaia, unaaventura científica para elaborar un mapa en tres dimensiones de la Vía Láctea que permitirá remontarse varios millones de años en el tiempo para conocer el pasado de nuestra galaxia y predecir su futura evolución.

El satélite
, la única misión científica programada por la ESA para el año próximo, despegará a bordo de un cohete ruso Soyuz desde el Centro Espacial Europeo de la Guayana francesa, en Kurú, a finales de noviembre o principios de diciembre de 2013.
"Podremos descubrir unos 100.000 nuevos planetas", explicó a Efe el director del proyecto, el científico italiano Guissepe Sarri, quien cree que Gaia revelará la existencia de "muchos planetas de un tamaño como el de Júpiter, más grandes que la Tierra, y por supuesto, muchos asteroides cercanos a nuestro Sistema Solar".

Su objetivo principal consiste en confeccionar un mapa tridimensional de una fracción de nuestra galaxia, tomando el legado del su predecesor, Hipparcos, que surcó el espacio entre 1989 y 1993. No obstante, transcurridas dos décadas de desarrollo tecnológico, Gaia será capaz de proporcionar 10.000 veces más datos que su precursor.
"Es muy difícil medir la distancia con las estrellas. Con Gaia podremos ser mucho más precisos e identificar mejor el tamaño del universo, la formación de planetas, del sistema solar... aportará conocimiento básico para la humanidad sobre el universo en el que vivimos", comenta Sarri.
Para ello, se elegirán unas 100.000 millones de estrellas y cuerpos celestes de los cerca de 200.000 millones que se estima pueblan la Vía Láctea y se medirá una y otra vez suposición y su velocidad, en tres dimensiones.
"Si hacemos un mapa con la posición y la velocidad, podemos calcular hacia atrás el movimiento de gran parte de las estrellas de la galaxia. Podemos ir hacia atrás en el pasado, ver cómo nuestra galaxia ha evolucionado y predecir cómo evolucionará en el futuro", señala Sarri.
Los expertos no podrán remontarse a 13.700 millones de años para llegar hasta el momento en el que se produjo el Big Bang, pero sí podrán dar marcha atrás en el reloj varios cientos de millones de años.
"Espero que sea suficiente para ver, por ejemplo, si la Vía Láctea se fusionó con alguna otra galaxia", comenta el máximo responsable de una misión puramente científica cuyo objetivo es que los seres humanos comprendamos mejor el universo en el que vivimos.
"Podremos entender la evolución de nuestra galaxia y, como es similar a otras muchas galaxias, también la evolución del Universo" porque algunas de esas estrellas son extraordinariamente ancianas y guardan restos fósiles de sus orígenes y de sus atmósferas, explica el científico.
Para ello, el Gaia -una referencia a la diosa de la Tierra de la mitología griega que toma su nombre de las siglas en inglés de Interferómetro Astrométrico Global para la Astrofísica-,contará con un sofisticado conjunto de instrumentos que permitirían medir desde la Tierra el pulgar de una persona situada en la superficie de la Luna.
El presupuesto con el que cuenta la ESA para la misión es de 700 millones de euros (unos 900 millones de dólares), que sirven para financiar los contratos industriales, el lanzador, las operaciones del satélite y su desarrollo, pero que no contempla los salarios de "todos los científicos, profesores o estudiantes de doctorado que van a contribuir", precisa Sarri.
Tendrá una duración de cinco años
"Con Gaia desarrollamos tecnología muy avanzada que tendrá retorno industrial. Cada empresa que participe podrá vender la tecnología que desarrolle para Gaia", subraya Sarri, que precisa que "también habrá un retorno intelectual para el mundo académico, en términos de conocimiento".
Para analizar esos objetos celestes situados hasta a 1,5 millones de kilómetros alejadas de la órbita de la Tierra, el Gaia se situará en un punto Lagrange, lo que le permitirá permanecer en estado estacionario respecto a la Tierra mientras gravita alrededor del Sol.
Mediante dos telescopios, el más grande de ellos de 1,45 por 0,5 metros, enviará información a las estaciones de Cebreros (España) y de New Norcia (Australia).
Al término de la misión, cuya duración será de cinco años, la Agencia Espacial Europea publicará en internet un catálogo "tan voluminoso que sería imposible de imprimir" porque equivaldría a la distancia entre Amsterdam y París y en el que se plasmarán cada uno de los parámetros analizados de cada estrella, como su categoría, su brillo, su temperatura, su gravedad o su posición.
"Después, los científicos podrán utilizarlo para corroborar teorías, elaborar otras nuevas y escribir artículos de investigación, porque "la información será gratuita y estará abierta al público", explican desde la ESA.
El catálogo más completo se obtendrá al término de la misión, una vez procesados todos los datos, es decir, hacia 2020 o 2021, aunque habrá ediciones intermedias, una vez transcurridos los dos o tres primeros meses de puesta a punto del satélite.
"Los primeros datos llegarán transcurrido un año y medio o dos, aunque la precisión no será tanta como al final. La clave para ser muy precisos es medir muchas veces cada estrella, algo así como setenta veces cada una", explica Sarri.
Además de un catálogo de una fracción de nuestra galaxia, la misión servirá para comprender mejor la distribución de la materia oscura, verificar teorías sobre la formación de estrellas o, incluso, sobre la Teoría General de la Relatividad, enunciada por Albert Einstein, gracias a la observación directa de la estructura del espacio-tiempo.
"Lo que hacemos con Gaia es pura ciencia: estudiar nuestro mundo, comprender nuestro Universo", resume Guissepe Sarri, director de la misión.

Núcleo Milenio para la Vía Láctea


El fin del Núcleo Milenio para la Vía Láctea es investigar la formación de esta galaxia, a través de sus poblaciones. Así, desde distintos ámbitos como el estudio de los cúmulos estelares o la determinación de abundancias químicas, los investigadores de la UC Márcio Catelan (Investigador Principal), Dante Minniti (Investigador Principal Subrogante), Manuela Zoccali y Andrés Jordán, además de la astrónoma Jordanka Borissova, de la Universidad de Valparaíso coordinarán las directrices de este importante proyecto financiado por el Ministerio de Planificación (Mideplan). 

Entre los objetivos más relevante de Milenio se encuentra el censo de estrellas variables del Bulbo central de la Vía Láctea y una parte de su disco. Este proyecto, titulado VVV (por sus siglas para Vista Variable in the Via Lactea), y a través del telescopio VISTA, el más moderno del mundo para la realización de "surveys", permitirá mapear por primera vez el corazón de esta galaxia en un período de 1.929 horas de observación. 

Gracias a este registro de estrellas, los astrónomos tendrán mejores indicios de lo que fue la historia temprana de la Vía Láctea y su formación. Para eso, el grupo liderado por Catelan cuenta entre sus filas con tres postdoctorados que harán análisis matemáticos sofisticados sobre cómo identificar, de manera automática, los objetos rastreados por VISTA. .


                                         

Encuentran origen de las estrellas en la Vía Láctea

Noticia extraída de la página Vanguardia, de México. 27 de Noviembre de 2012.


Encuentran origen de las estrellas en la Vía Láctea


Este tipo de regiones contiene miles de estrellas masivas y es donde nacen y evolucionan la mayoría de estos objetos que se encuentran en la Vía Láctea.

Un equipo internacional de astrónomos ha identificado 64 mil objetos en una de las "guarderías" de estrellas más "cercanas" a la Tierra que se puede observar desde el hemisferio norte, el supercúmulo masivo Cuygnus OB2, informó hoy el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) .

En esta identificación se ha utilizado la cámara OSIRIS del Gran Telescopio Canarias, ubicado en la isla de La Palma, y el estudio ha sido publicado en la revista The Astrophysical Journal Supplement Series.
El IAC explicó en un comunicado que esas "guarderías" estelares contienen miles de estrellas masivas (OB) y cientos de miles de estrellas de baja masa.

Se supone que son los lugares de nacimiento de la mayoría de las estrellas de la Vía Láctea, incluido el Sol, y en el censo realizado en este trabajo se han identificado desde objetos de 0,15 masas solares a otros de decenas de veces la masa solar.

El astrónomo del Gran Telescopio Canaria e investigador afiliado al IAC, David García, indicó que la relevancia del estudio de estas regiones está en la comprensión de la física de la formación estelar y planetaria, la actividad estelar y los efectos de las supernovas y vientos estelares que producen nuevas oleadas de activación de la formación de estrellas.

Cygnus OB2 está a unos 4 mil 500 años luz de la Tierra, lo que significa que la luz que se ve ahora en ese supercúmulo fue emitida en la época de la construcción de la gran pirámide de Giza.

Se trata además de un cúmulo muy joven en términos astronómicos: tiene "solo" unos tres millones de años, indica el IAC, el cual añade que Cygnus es seis veces más masivo que la nebulosa de Orión y se conoce menos debido a que lo "oculta" una gran nube de polvo, conocida como Cygnus Rift.

David García señaló que ahora la intención es combinar los datos obtenidos en este proyecto con los tomados a otras longitudes de onda para tener una visión global de todos los procesos que tienen lugar en ese cúmulo.

Las asociaciones de estrellas jóvenes, como Cygnus OB2, suelen contener de media entre diez y cien estrellas masivas de tipo espectral O y B (las más calientes), comenta el IAC.

Además, estas asociaciones también contienen cientos o miles de estrellas de baja masa, y se cree que la mayoría de las estrellas en la Vía Láctea se formaron en asociaciones OB.

La gran radiación producida por esos objetos hace que la nube de gas molecular se concentre y se vuelva más densa en algunas zonas y, por efecto de la gravedad, se acaben formando estrellas.

Los datos de este estudio se complementan con otros procedentes del Spitzer Legacy Survey, de Chandra X-ray Observatory y de UKIDDS.

En esta colaboración han participado investigadores del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, en Estados Unidos, y de la University of Hertfordshire, en Reino Unido. 

Rotación


La Vía Láctea gira alrededor de un eje que une los polos galácticos. Contemplada desde el polo norte galáctico, la rotación de la Vía Láctea se produce en el sentido de las agujas del reloj, arrastrando los brazos espirales. El periodo de rotación aumenta cuando disminuye la distancia desde el centro del sistema galáctico. En las proximidades del sistema solar, el periodo de rotación es de algo más de 200 millones de años luz. La velocidad del sistema solar debido a la rotación galáctica es de unos 270 kilómetros por segundo.

Tipos de Estrellas


La Vía Láctea contiene tanto estrellas de las llamadas de tipo I, que son estrellas azules y brillantes, como estrellas del tipo II, gigantes rojas. La región central de la Vía Láctea y el halo están compuestos por estrellas del tipo II. La mayor parte de la región se oculta tras nubes de polvo que impiden la observación visual. La radiación de la región central se ha registrado por medio de mecanismos como células fotoeléctricas, filtros infrarrojos y radiotelescopios. Estos estudios indican la presencia de objetos compactos cerca del centro, posiblemente restos de estrellas o un enorme agujero negro.
Rodeando la región central hay un disco bastante achatado que comprende estrellas de ambos tipos, I y II; los miembros más brillantes de la primera categoría son luminosos, supergigantes azules. Incrustados en el disco y surgiendo de los lados opuestos de la región central, están los brazos espirales, que contienen una mayoría de población I, junto con mucho polvo interestelar y gas. Un brazo pasa por las proximidades del Sol e incluye a la gran nebulosa de Orión.


Mitos...



Etimología de la palabra en la mitología griega
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/0/09/Milky_Way_2005.jpg/250px-Milky_Way_2005.jpg
http://bits.wikimedia.org/static-1.21wmf4/skins/common/images/magnify-clip.png
Recreación artística hecha por la NASA de la Vía Láctea.
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/1/16/Milky_Way_galaxy.jpg/250px-Milky_Way_galaxy.jpg
Otra recreación artística de la Vía Láctea.
Se cuenta que el dios griego Zeus, que era infiel a su esposa, tuvo un hijo llamadoHeracles (Hércules, para los romanos) de su unión con Alcmena. Al enterarse, Herahizo que Alcmena llevara en el vientre a Heracles por 10 meses, y trató de deshacerse de éste mandando dos serpientes para que mataran al bebé cuando tenía ocho meses. Sin embargo, Heracles pudo librarse fácilmente de ellas estrangulándolas con sus pequeñas manos. Heracles resultó ser el favorito de Zeus. Sin embargo, el Oráculodecía que Heracles sólo sería un héroe, puesto que era mortal. Para ser un dios inmortal debía de demostrar una valentía digna de un Dios.
Una vez que llega el mito hasta este punto, hay dos versiones distintas.
Una de ellas dice que Hermes, el mensajero de los dioses, puso a Heracles en el seno de Hera, mientras ella dormía, para que mamara la leche divina pero, al despertar y darse cuenta, lo separó bruscamente y se derramó la leche, formando la Vía Láctea.
Otra dice que Atenea, la diosa de la sabiduría, convenció a Hera de que Heracles mamara de ella, ya que era un niño muy lindo, pero resulta que Heracles succionó la leche con tal violencia, que lastimó a Hera, haciéndola derramar la leche.
Otros mitos
En algunas culturas está asociada a caminos, por ejemplo, los vikingos creían que llevaba al Valhalla, destino de las almas de los muertos, mientras que los celtasaseguraban que se dirigía al castillo de la reina de las hadas. En España, la Vía Láctea también recibe el nombre popular de Camino de Santiago, pues era usada como guía por los peregrinos de ese lugar. En otros casos, como en las alegorías chinas y japonesas, se refieren a ella como un río de plata celestial.

Estructura

                                                                ESTRUCTURA 

Se ha descubierto que la Vía Láctea es una gran galaxia espiral, con varios brazos 
espirales que se enroscan alrededor de un núcleo central de un grosor de unos 10.000 años luz. Las estrellas del núcleo central están más agrupadas que las de los brazos, donde se han encontrado más nubes interestelares de polvo y gas. El diámetro del disco es de unos 100.000 años luz. Está rodeado por una nube de hidrógeno, deformada y festoneada en sus extremos, rodeada a su vez por un halo esférico y ligeramente aplastado que contiene muchos cúmulos globulares de estrellas, que se encuentran principalmente encima o debajo del disco. Este halo puede llegar a ser dos veces más ancho que el disco en sí. Además, estudios realizados sobre los movimientos galácticos sugieren que el sistema de la Vía Láctea contiene más de 2 billones de veces la masa que contiene el Sol, mucha más materia de la que se considera que tiene el disco conocido y los cúmulos concomitantes. Sin embargo, los astrónomos han especulado con la idea de que el sistema conocido de la Vía Láctea esté rodeado por una corona mucho mayor de materia no detectada. Otra especulación reciente supone que la Vía Láctea es una galaxia espiral barrada.

Conociendo la Vía Láctea

La Vía Láctea


"El universo es negro y vacío como la muerte, y en él flotan las galaxias, como raras islas de materia y de luz: jóvenes galaxias espirales, viejas galaxias elípticas, galaxias irregulares de caprichosas formas, y en cada una de ellas conviven multitudes de mundos. Hay cien mil millones de galaxias repartidas en el vacío inmenso. Y en una de esas galaxias vivimos nosotros. Se llama Vía Láctea."



















PARA EMPEZAR...



Datos sobre nuestra galaxia :


*Posee una masa de 1012 masas solares y tiene forma de espiral barrada. Con un diámetro medio de unos 100.000 años luz.

*Se cree que posee entre 200 y 400 mil millones de estrellas, en su interior.

*La distancia que recorre desde el Sol al centro de la galaxia, ronda los 27.700 años luz, es decir, el 55% del radio total galáctico.

*Su nombre proviene de la mitología griega y en Latín significa “camino de leche”, esto se debe a que posee esa apariencia debido a la banda de luz que rodea el firmamento, tal como se describe en la mitología griega, donde se explica que sugiere la imagen de la leche derramada del pecho de una Diosa.

*Por la noche se la puede apreciar, se muestra como una borrosa banda de luz blanca que se expande alrededor de toda la esfera celeste.